Pasos para realizar dominadas:
- Agárrate a la barra con las palmas mirando hacia adelante y los brazos extendidos a una distancia ligeramente más ancha que el ancho de los hombros.
- Mantén los hombros hacia abajo y hacia atrás, y el pecho levantado.
- Inhala y comienza a doblar los codos, tirando de tu cuerpo hacia arriba hasta que tu barbilla esté por encima de la barra.
- Exhala mientras bajas lentamente tu cuerpo hasta que tus brazos estén completamente extendidos, manteniendo el control del movimiento en todo momento.
- Repite el movimiento para completar el número deseado de repeticiones.
Consejos del entrenador:
- Mantén una técnica adecuada durante todo el ejercicio para maximizar los beneficios y prevenir lesiones. Evita balancear el cuerpo o hacer trampas para completar la repetición.
- Si eres principiante o tienes dificultades para hacer dominadas completas, puedes empezar utilizando una banda de resistencia para ayudarte o realizar dominadas asistidas en una máquina de asistencia.
- Trabaja en mejorar tu fuerza y resistencia gradualmente, aumentando el número de repeticiones o utilizando técnicas de progresión como las dominadas con agarre neutral o las dominadas excéntricas (negativas).
Beneficios de las dominadas:
- Fortalecen los músculos de la espalda, especialmente los dorsales anchos y los bíceps.
- Ayudan a mejorar la fuerza de agarre y la estabilidad de los hombros.
- Son un ejercicio eficaz para desarrollar la fuerza funcional y la masa muscular.
- Pueden ser adaptadas y progresadas para satisfacer las necesidades y niveles de condición física de cada individuo.
Precauciones:
- Evita hacer dominadas con una técnica incorrecta que pueda provocar lesiones en los hombros, la espalda o los codos.
- Si experimentas dolor intenso o molestias durante el ejercicio, detén la actividad y consulta con un profesional de la salud.
- Si eres principiante, comienza con un enfoque gradual y progresivo para evitar lesiones por sobreesfuerzo.
- Asegúrate de calentar adecuadamente antes de hacer dominadas para preparar los músculos y articulaciones, y reducir el riesgo de lesiones.
Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y ajustar el ejercicio según tus propias capacidades y necesidades. Detente si sientes algún tipo de dolor agudo o molestia.